Británico sobrevive tras una caida de 5000 metros
Un británico de 25 años sobrevivió luego de caer desde una altura de 5000 metros, tras fallarle el paracaídas principal y el de reserva. Un compañero logró filmar su caída.
El paracaidista Michael Holmes logró una proeza casi imposible: burlar a la muerte tras caer desde varios miles de metros sin asistencia del paracaídas.
Tras caer en una zona de vegetación densa y con muchos arbustos que amortiguaron su caída- Holmes escapó de la aventura con un tobillo roto y un pulmón perforado.
Paracaidista professional, Michael Holmes saltó en la localidad de Taupo, Nueva Zelandia, con el objetivo de filmar la caída de otro colega.
Cuando el primer paracaídas falló, Holmes que ya realizó 7000 saltos- no se puso nervioso: no era la primera vez que sucedía, informó The Sun.
Sin embargo, esta vez el paracaídas de reserva no abrió porque el primero quedó obstruyéndolo. "Era un salto normal hasta que intenté activar el paracaídas a 1500 metros. No abrió ni pude hacerlo zafar. Cuando el de reserva falló a 350 metros del piso me di por muerto", declaró Holmes en el hospital. "En esos momentos no hay mucho tiempo para decir adiós. Dije mierda, me voy a morir . Lo siguiente que recuerdo es ver bomberos, ambulancias, amigos, perros policía. Estoy contento de estar vivo".
Increíblemente, mientras esperaba por una cirugía en el hospital, declaró: "No puedo esperar a saltar de nuevo. Algo como esto no me lo va a impedir". Holmes fue rescatado y llevado de apuro al Hospital Waikato, donde debió entubárselo para drenar líquido del pulmón.
Tras caer en una zona de vegetación densa y con muchos arbustos que amortiguaron su caída- Holmes escapó de la aventura con un tobillo roto y un pulmón perforado.
Paracaidista professional, Michael Holmes saltó en la localidad de Taupo, Nueva Zelandia, con el objetivo de filmar la caída de otro colega.
Cuando el primer paracaídas falló, Holmes que ya realizó 7000 saltos- no se puso nervioso: no era la primera vez que sucedía, informó The Sun.
Sin embargo, esta vez el paracaídas de reserva no abrió porque el primero quedó obstruyéndolo. "Era un salto normal hasta que intenté activar el paracaídas a 1500 metros. No abrió ni pude hacerlo zafar. Cuando el de reserva falló a 350 metros del piso me di por muerto", declaró Holmes en el hospital. "En esos momentos no hay mucho tiempo para decir adiós. Dije mierda, me voy a morir . Lo siguiente que recuerdo es ver bomberos, ambulancias, amigos, perros policía. Estoy contento de estar vivo".
Increíblemente, mientras esperaba por una cirugía en el hospital, declaró: "No puedo esperar a saltar de nuevo. Algo como esto no me lo va a impedir". Holmes fue rescatado y llevado de apuro al Hospital Waikato, donde debió entubárselo para drenar líquido del pulmón.
Noticia extraida de:
http://www.montevideo.com.uy/nnoticias_37494_1.html
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