Más dura será la caída
Después de un tiempo de vacaciones y de un síndrome post-vacacional el cual no me permitía añadir posts, vuelvo con alguna cosilla nueva. He de reconocer que tengo esto abandonado, pero sabiendo la cantidad de gente que se pasa por aquí me preocupa muy poco. Igualmente dejo este post que me pareció interesante y lo lei por meneame (mayor fuente de inspiración para esta página)
[c&p]: ¿Podría una araña gigante caminar por el techo? ¿Y una hormiga colosal ascender por una pared? ¿Qué le ocurriría a un hombre menguante que intentase simplemente caminar?
Las respuestas a todas estas cuestiones descansan, por enésima vez, en la ley de la escala. Por cierto, es difícil comprender por qué esta ley no suele enseñarse en los colegios e institutos de nuestro país (toma puñalada…). En fin, sin querer hacer demasiada sangre, que es domingo y hay que disfrutar un poco del tiempo libre, os diré que, como bien ya sabréis, la fuerza de la gravedad es directamente proporcional al cubo de la longitud característica (acordaos de KK el monstruo, no el jugador del AC Milan). Esta es la fuerza que nos mantiene unidos, en condiciones normales, al suelo. Pero también es la responsable de hacernos la puñeta y de no permitirnos trepar por los edificios a modo de Spiderman. Pero esto no es todo porque si solamente estuviera presente el peso, ningún animal sería capaz de caminar en la dirección vertical. ¡Qué difícil sería matar mosquitos en verano si éstos anduviesen por el suelo! Evidentemente, tiene que haber alguna otra fuerza que mantenga a los animales pequeños unidos a las paredes o al techo y que sea mayor que su propio peso. Esta fuerza atractiva de adherencia es de carácter eléctrico y recibe el nombre de fuerza de Van der Waals. Es la competencia mutua entre estas dos fuerzas la que determina si un animal puede moverse por caminos que se aparten de la línea horizontal. ¿Cómo es esto? Pues se da la circunstancia de que la fuerza de adherencia es directamente proporcional al área de la superficie en contacto. Si evaluamos el cociente entre el peso del animal y la fuerza de adhesión, se ve fácilmente que esta cantidad depende directamente de la longitud característica del animal, lo cual quiere decir que en los animales grandes domina el peso sobre la adhesión y viceversa, en los animales pequeños la fuerza dominante es la de Van der Waals. Para tamaños inferiores a un milímetro, esta fuerza resulta ser mucho mayor que el peso y esta es la razón de que los insectos puedan agarrarse a techos y paredes.
El artículo completo se encuentra en:
http://fisicacf.blogspot.com/2006/09/ms-dura-ser-la-cada.html
2 comentarios
mirlo -
Igualmente creo que deberías poner quién eres, ya que si dices "que tu puedes" tal vez es porque nos conocemos.
Un saludo
anonimo -